¿Y si todo lo que necesitas es agradecer? Aquí te cuento por qué

Sunday, December 8, 2024


Ayer estaba frente a mi árbol de peras, contemplando lo hermoso que se ve cuando sus hojas verdes se transforman en tonos naranjas y violetas. Era justo al atardecer, con los últimos rayos de sol atravesando las ramas. Y siendo honesta (mano en biblia), lo único que salió de mi boca fue un "wow, gracias".

Ese momentito me llenó de tanta paz que no quería moverme. Es increíble cómo cosas tan pequeñitas pueden llenar el corazón de alegría. Y algo que he aprendido con el tiempo es esto: cómo vives tu vida depende directamente del estado de tu corazón.

Les cuento esto porque, siendo sincera, he pasado por muchas etapas en las que mi corazón ha estado cargado de cosas como amargura, envidias u ofensas. Y en esos momentos, mi día a día se transformaba en una montaña rusa emocional, donde nada me parecía suficiente y era incapaz de disfrutar siquiera lo más simple.

Déjenme explicarlo mejor: ¿te ha pasado que horneas un pastel que se ve perfecto por fuera? Lo sacas del horno emocionada, pero al partirlo, está crudo por dentro. Así mismo pasa con nosotros cuando no somos agradecidos. Podemos aparentar que todo está bien, pero por dentro, si el corazón está en caos, nada realmente funciona.Y eventualmente, ese caos se refleja en el resultado de nuestra vida.

He aprendido que el ser agradecido en todo hace que vivas una vida más feliz, porque reconozco que nada de lo que tengo y soy es por mí misma. TODO se lo debo a Dios. Si fuera por mí, probablemente ya estaría en el “pozo de almas” como en la película de Hércules (jaja), pero Dios ha hecho tantas cosas en mi vida que me es imposible no agradecerle.

Siempre tenemos algo por lo que dar gracias: si estás leyendo esto, ¡gracias! Si hoy te levantaste, si estás sano, si puedes ver, oler, caminar, si tienes un trabajo, familia, o lograste hacer lo que tenías planeado. Si hoy disfrutaste de un té calientito... o incluso si finalmente compraste esos zapatos que tanto querías.

Y aunque a veces no es fácil, también he aprendido a dar gracias en las situaciones difíciles. Porque, en esos momentos, he podido ver cómo Dios sigue respondiendo, cuidándome y transformando cada situación en algo para bien. Y lo mejor de todo es que, ni yo ni mi entorno nos amargamos, y así no contagio esa negatividad a los demás (jeje)

La gratitud lo cambia todo: tu ánimo, tu perspectiva y hasta cómo enfrentas la vida. Es como un filtro que transforma lo cotidiano en algo especial, sacándote del modo Grinch y te recuerda todo lo bueno que tienes.

Y bueno, si llegaste hasta aquí, quiero dejarte con una pregunta que una vez me hicieron y que se quedó grabada en mi corazón: "Si mañana solo tuvieras aquello por lo que agradeciste hoy, ¿qué tendrías?"


Te quiero, 


Untitled-Artwork-5

Post a Comment